domingo, 17 de mayo de 2009

Los Trastornos del Estado de ánimo

Son muchos los trastornos del estado de ánimo, a veces denominados también trastornos afectivos, condiciones médicas asociadas con las fluctuaciones en la química del cerebro y del cuerpo que requieren el cuidado clínico de un psiquiatra u otro profesional de la salud mental. Enumerados en el directorio de abajo hay algunos, para los cuales le proveemos una breve descripción.
Si usted no puede encontrar la información que le interesa, por favor visite la página de Los Recursos en la Red de Los Trastornos de la Salud Mental en este Sitio para obtener una dirección en el Internet o en la Red en el ámbito Mundial que podría contener información adicional en este tema.
• Visión General de los Trastornos del Estado de ánimo
• La Depresión Grave
• El Síndrome Maníaco Depresivo / El Trastorno Bipolar
• La Distimia
• El Trastorno Afectivo Estacional
• La Depresión y el Suicidio

El Síndrome Maníaco Depresivo / El Trastorno Bipolar

¿Qué es el síndrome maníaco depresivo?
El síndrome maníaco depresivo, conocido también con el nombre de trastorno bipolar, es un tipo de trastorno afectivo o del estado de ánimo que supera los altibajos cotidianos, convirtiéndose en una seria condición médica y un importante tema preocupante de la salud en Estados Unidos. El síndrome maníaco depresivo se caracteriza por episodios periódicos de gran júbilo, con ánimo eufórico o irritabilidad (episodios que constituyen la fase maníaca) a los que se contraponen episodios también periódicos de síntomas depresivos clásicos.
La depresión es un trastorno depresivo que afecta al cuerpo, al estado de ánimo y a los pensamientos. Puede afectar o alterar radicalmente la alimentación, el sueño y la manera de pensar, pero no es lo mismo que sentir tristeza o estar decaído, ni tampoco es indicio de debilidad personal ni constituye un estado que pueda disiparse o modificarse a voluntad. Las personas que sufren una enfermedad depresiva no pueden simplemente "recobrar el ánimo" y reponerse. A menudo es necesario el tratamiento que, a veces, es incluso decisivo para la recuperación.
Existen tres tipos de depresión que pueden clasificarse en tres grupos principales:
• Depresión grave (depresión clínica)
• Síndrome maníaco depresivo (trastorno bipolar)
• Distimia (trastorno distímico)

¿A quiénes afecta el síndrome maníaco depresivo?

Más de 2,3 millones de estadounidenses adultos padecen esta enfermedad; es decir, el 1,2 por ciento de los ciudadanos mayores de 18 años. Cuando los síntomas se manifiestan antes de los 12 años, se los confunde a menudo con el trastorno hiperactivo de déficit de atención (su sigla en inglés es ADHD), un síndrome caracterizado por dificultades serias y persistentes que generan falta de atención, distracción, impulsividad e hiperactividad.

El síndrome maníaco depresivo afecta por igual a hombres y mujeres (aunque las mujeres son más propensas a la depresión que a la manía), y comienza a menudo en la adolescencia o juventud. De hecho, la edad promedio de aparición de los primeros episodios maníacos ronda los 20 años.

El síndrome maníaco depresivo suele manifestarse en miembros de una misma familia y se cree que en algunos casos se trata de una enfermedad hereditaria. Se están llevando a cabo intensas investigaciones para identificar un gen que puede ser responsable de este trastorno.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome maníaco depresivo?

A continuación, se enumeran los síntomas más comunes del síndrome maníaco depresivo. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente.
Entre los síntomas depresivos podemos citar los siguientes:
• Tristeza, ansiedad o sensación de "vacío" persistentes.
• Pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban.
• Llanto excesivo.
• Mayor inquietud e irritabilidad.
• Menor capacidad de concentrarse y tomar decisiones.
• Disminución de la energía.
• Pensamientos de muerte o suicidas, intentos de suicidio.
• Aumento de los sentimientos de culpabilidad, desamparo y, o desesperanza.
• Alteraciones del peso y, o del apetito debido a comer de forma insuficiente o excesiva.
• Alteraciones en los hábitos del sueño.
• Aislamiento social.
• Síntomas físicos que no ceden ante los tratamientos estándar (por ejemplo, dolor crónico, dolor de cabeza).

Entre los síntomas maníacos podemos citar los siguientes:
• Autoestima exagerada.
• Menor necesidad de descanso y de sueño.
• Mayor distracción e irritabilidad.
• Mayor agitación física.
• Compromiso excesivo en actividades placenteras que pueden tener consecuencias dolorosas, como conductas provocativas, agresivas o destructivas.
• Mayor locuacidad.
• Sentimientos de "excitación" o de euforia.
• Mayor deseo sexual.
• Mayor nivel de energía.
• Escaso sentido común en personas que lo tenían.
• Mayor negación de la realidad.

Para diagnosticar el síndrome maníaco depresivo, el individuo debe mostrar síntomas de manía y de depresión en grado diverso según la gravedad del trastorno. Los síntomas del síndrome maníaco depresivo pueden parecerse a los de otros trastornos psiquiátricos. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica el síndrome maníaco depresivo?

Como se ha comprobado que a menudo la depresión coexiste con otras condiciones médicas, como cardiopatía, cáncer o diabetes, y también con otros trastornos psiquiátricos como el abuso de drogas y la ansiedad, el diagnóstico y tratamiento en las etapas iniciales son cruciales para la recuperación. A menudo el diagnóstico se hace después de un examen psiquiátrico minucioso y una historia médica realizados por un psiquiatra u otro profesional de la salud mental.


Tratamiento del síndrome maníaco depresivo:

El tratamiento específico del síndrome maníaco depresivo será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
• Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
• Qué tan avanzada está la enfermedad.
• Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
• Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
• Su opinión o preferencia.

El tratamiento puede incluir cualquiera de los siguientes elementos o una combinación de ellos:
• Medicamentos (por ejemplo, anticonvulsivos que estabilizan el ánimo como el litio, el valproato o la carbamazepina y, o antidepresivos como Prozac, Zoloft o Paxil).
• Psicoterapia (en la mayoría de los casos, terapia cognitivo-conductista o interpersonal orientada a modificar la visión distorsionada que tiene el individuo de sí mismo y de su entorno, con énfasis en las relaciones complicadas y la identificación de los factores de estrés en el entorno para aprender a evitarlos).
• Terapia electroconvulsiva (su sigla en inglés es ECT).

Un adecuado reconocimiento de la variedad y cambios extremos del estado de ánimo asociados con el síndrome maníaco depresivo es fundamental para determinar un tratamiento eficaz y evitar las dolorosas consecuencias de una conducta maníaca imprudente.

En la mayoría de los casos, es necesario un tratamiento preventivo a largo plazo para estabilizar los altibajos del estado de ánimo característicos de esta enfermedad.

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